Aunque el plátano verde es sólo un plátano todavía inmaduro, contiene un almidón más resistente, un tipo de carbohidrato que no es bien absorbido por el cuerpo y puede generar muchos beneficios para la salud (como el control de la glucosa, el mantenimiento del peso e incluso una disminución de los niveles de colesterol). El plátano verde es una gran fuente de fibra (1 sola taza contiene 3,6 gramos), vitaminas y minerales como el potasio (531 mg por taza), calcio, magnesio y vitaminas del complejo B. El almidón resistente no puede ser digerido por las enzimas en el estómago, por lo que su acción en el cuerpo es más parecida a la de las fibras que los carbohidratos.
Cuando se consume plátano verde, el almidón resistente pasa intacto a través del estómago y el intestino delgado. Es solamente en el intestino grueso que el almidón es fermentado por las bacterias, en un proceso que da lugar a la formación de sustancias beneficiosas para la salud y la forma física. Una vez fermentado, el almidón resistente también contribuye a la integridad de la mucosa intestinal, ya que ayuda a la absorción adecuada de nutrientes y actúa contra la entrada de organismos invasores. El almidón resistente fermentado también sirve como alimento para las bacterias “buenas” que habitan en nuestro intestino y que son esenciales para la salud del sistema digestivo.
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